lunes, 9 de marzo de 2009

Orígenes de la animación

El deseo del ser humano por representar el movimiento es un hecho poco discutible. Desde las pinturas prehistóricas o la escultura griega, hasta las cámaras de video de última generación ha habido múltiples intentos en diferentes formatos.
A principios del siglo XIX surge un interés por encontrar un recurso mecánico para lograr la captación y la reproducción de un movimiento, el origen de la fotografía y del cine.
El cine de animación ha evolucionado a pasos agigantados desde los 90, ya nada queda de aquel duro camino recorrido por tantos y en tantas ocasiones, pero quizás una vista atrás nos ayude a entender cual es la esencia del cine actualmente (especialmente del cine de animación).
En 1640 el alemán Anthonasius Kircher inventa el primer sistema de proyección de imágenes, la linterna mágica.


La linterna mágica se basa en el mecanismo de la cámara oscura, pero lo invierte, de forma que la luz producida por una lámpara de aceite emana de su interior a través de una lente. Por delante de esta lente se colocaban unas placas de vidrio coloreadas que servían como ilustración para diferentes tareas. Se trataba del primer proyector.

Casi 200 años después, en 1824, John Ayrton Paris inventa el taumatropo, un juguete basado en el fenómeno de la persistencia retiniana capaz de superponer 2 imágenes. Muy popular en la época victoriana.

En 1829 se produce adelanto sustancial en la técnica para animar, al incrementar de 2 a 16 el número de imágenes utilizadas para la creación de un movimiento, que aunque breve, permitía la creación de un ciclo, y no solo la superposición de dos imágenes.
La autoría del invento que carga con esta responsabilidad es objeto de discusión entre Bélgica (Joseph-Antoine Ferdinand Plateau) y Austria (Simon Ritter von Stamfer), y todavía hoy no se ha resuelto, es por esto que podéis encontrarlo bajo dos nombres: fenaquistiscopio o estroboscopio, dependiendo de al autor que se cite.

Un fenaquistiscopio consiste en una sucesión de dibujos distribuidos en un disco ranurado, que, al girar frente a un espejo crea ilusión de movimiento.

En 1834 William George Horner inventa el zootropo. También llamado “tambor mágico”.
El Zootropo consiste en un cilindro hueco y ranurado que gira sobre un eje. En su interior se disponen una serie de tantos dibujos ligeramente diferentes, que al ser visionados a partir de las ranuras se perciben en movimiento. Es fundamental que el número de dibujos sea igual a número de ranuras del tambor, y también lo es que la longitud de la cinta en la que están dibujados, sea igual al perímetro del tambor.
En 1868 aparece el primer Flipbook patentado por John Barnes Linnet bajo el nombre de kineógrafo.
En 1877, el francés Émile Reynaud inventa el praxinoscopio, una maquina con un mecanismo muy complejo que perfeccionaba el Zootropo de Horner.
Se trata de un tambor giratorio con un anillo de espejos colocados en el centro. El movimiento se percibía a través del reflejo de los dibujos (que estaban situados en las paredes interiores del tambor) sobre los espejos centrales.
Este aparato mejoró tanto a los anteriores que pronto acumuló una gran popularidad. Tanto es así que de el se hizo un espectáculo denominado teatro praxinoscópico, donde, a la figura dibujada, se le incorporaba un breve argumento y una banda sonora que se combinaba con las imágenes, una propuesta visual completa y planificada.

En 1894, Auguste y louis Lumière proyectan en una reunión social La Salida de los obreros de la fábrica en Lyon Monplaisir, registrada por ellos tres días antes. La primera película de la historia. La película se grabo y se proyecto gracias a un artefacto al que llamaron cinematógrafo.
A continuación puedes ver una de sus primeras y mas célebres filmaciones, L'Arrivée d'un train en gare de La Ciotat.

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